lunes, 16 de abril de 2007

III. Estrategia

Sin duda invierto gran cantidad de energía psíquica en lo que llamaremos la patología. Esta energía, que ha vivido malgastándose en el desgaste emocional de la patología, quedará ahora libre, y tendrá que buscar otra salida, idealmente, más productiva.
Previniendo eso, hay tres salidas de emergencia (jaja qué pena, quién me oyera con mis problemas ridículos):
1.- Desplazar la fantasía en, lo que denominaremos, el proyecto. Es decir, depositar la energía psíquica en lo que sí se puede hacer, en terrenos donde sé que obtendré frutos y que de paso me sirva para recuperar mi presente.
2.- Darle rienda suelta a la introspección por este medio. La clave del experimento está en el análisis, en el autoconocimiento. El camino de la ansiedad será escribir, en vez de desistir.
3.- Nuevos entretenimientos menos enajenantes. Novelas por ejemplo.

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