lunes, 18 de agosto de 2008

Tendencia a la repetición.

Recurramos al clásico ejemplo de la mujer que se casa tres veces y tiene "la mala fortuna" de que esas tres veces se case con borrachos. Hay interpretaciones freudianas sobre que ése es su deseo inconsciente y por eso lo hace sin darse cuenta, pero más que eso, creo yo, lo que ocurre es que ella necesita de esa dinámica, su patología se la reclama, hay algo que no ha resuelto (una situación de su pasado, una falsa concepción sobre sí misma o sobre el amor y las relaciones) que se ve satisfecho, precisamente, cuando se consigue borrachos.
Caigo en cuenta, de la misma manera, que mis problemas familiares tienen hartas similitudes con mis problemas con el viejo Julián (no es su nombre verdadero, es un nombre vacío, es todos y a la vez, según el caso, alguien en específico). Tanto mis padres como el viejo Julián se alimentan de la posibilidad de que yo los necesite, y por ende me inventan inútil, para después poder salvarme y así mostrarme su amor. Y sobra decirlo, no se dan cuenta del daño que eso me provoca. Asimismo, tanto mis padres como Julián necesitan estar en mi vida, y por ello forzan la entrada y hace que su amor sea agresivo.
Lo de mis padres ps ahora sí que no lo elijo, pero si elegí a Julián y caí en esa dinámica, es porque ya tengo la marca y, de no hacerme consciente, hubiera podido repetirla una y otra y otra vez. Ahora me hago consciente pero aun así no tengo ninguna garantía de no repetirlo más.

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