domingo, 23 de marzo de 2008

Disertaciones sobre la psiquiatría.

Requiero tematizarlo. Yo durante muchos años estuve abiertamente en contra de la psiquiatría, y creo que el argumento es claro y tiene su razón de ser: no podemos ser tan reduccionistas para creer que la angustia existencial tiene su origen únicamente en un desbalance químico. Es una estupidez. Debe gobernar, ante todo, el espíritu sobre la naturaleza, sólo así es posible mantener el sentido.
Pero, por otra parte, quien está encerrado en sí mismo y en su estado anímico y carece de la voluntad, de la fuerza y de la disposición para salir, sabe que no es tan fácil. Y es partiendo de esto que quizás es pertinente una segunda lectura: es cierto que debe de gobernar el espíritu sobre la naturaleza, pero para ello, hace falta primero controlar a la naturaleza, poderla poner entre paréntesis para después reflexionar con un poco más de visión y de serenidad.
Entiendo que hay quien le asuste que algún agente externo como puede ser un medicamento altere la conducta de alguien, suena perverso, ilícito. Pero la pregunta que nace de esto es: ¿cuál es el estado "normal", "natual" o "idóneo" de esa persona? Toda respuesta que podamos esbozar es mera especulación,pues tal estado no existe en sí y por sí, lo sabemos. Pero sí creo que es válido al menos tener una tendencia, y la tendencia es: aquella que te permita ser, a tu manera, la mejor versión de ti mismo.
Dicho esto derribo públicamente mi prejuicio con respecto a la psiquiatría y digo: gracias fluoxetina.

4 comentarios:

Luis F. Alcántara Guerra dijo...

Tienes toda la razón. La fluoxetina (así como el lexapro) es un vehículo del espíritu. Así como el amor.

Anónimo dijo...

Vaya, si no hay nada "normal" e "idóneo", ¿por qué va a haber la "mejor versión de ti mimso"? "El espíritu sobre la naturaleza" es un prejuicio muy grande que hay que combatir también chica. Dejen de tomar droguitas "pro felicidad" y ponganse a vivir.

Nerea dijo...

Hay una mejor versión de ti mismo porque al final eres tú quien decide quién ser y las condiciones bajo las cuales vivir, lo cual no quiere decir que haya una forma predeterminada, normal o idónea, para ser, sino que es sólo un deseo que adquiere materialidad a voluntad.
Hablar de espíritu y naturaleza no tiene una pretensión metafísica, como si tales cosas se encontraran esencialmente separadas y con una existencia ontológica dada, no, pero si creo que son términos útiles para distinguir cuando un estado fisico o psíquico tiene un origen biológico y cuando no lo tiene.
Sobre las "droguitas" no planeo discutir, pero sospecho que no soy yo la que tiene prejuicios.

Nerea dijo...

De hecho utilizo los términos de "espíritu" y "naturaleza" en un sentido husserliano, ahí si quieres darle una revisadita..