sábado, 22 de diciembre de 2007

Y todos veíamos venir el momento, el momento en que luchar se volviera firmar por la paz, en que amar consistiera en respetar y en que la comprensión y la madurez volaran muy por encima del deseo inmediato. Me siento tranquila y eso ya es mucho decir. Tranquila y feliz, porque esto es lo que quiero y es placenterísimo poderlo hacer sin por ello cargar a mis seres amados en la espalda.

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