Al final es el camino de (auto)perdón, este, el del exorcismo, el del saber que todo es siempre parcial, siempre terrenal, que tenemos el derecho a pronunciar lo impronunciable, a inclinarnos por lo inexistente, a no estar seguros y aun así actuar. Al final este es el camino de la paz, el de la libertad, el de la confianza de que cada quien puede hacerse responsable de sí, de que no está todo en mí, de que yo también puedo inclinarme, de que nos es letal no poder ser siempre congruente. Me siento bien, me siento bien porque decidí no exigirme nada por primera vez, decidí confiar en mis deseos más inmediatos en vez de no actuar hasta tenerlo todo claro, principio y fin. Es esto lo que hace la gente, darse lujo de vivir, porque sí, y hacen bien. Me siento bien.
Nota: este post antes se iba a llamar "de parcialidades" e iba a ser un desarrollo filosófico sobre cómo todo es parcial y si todo es parcial entonces se vale tomarlo por total sólo por voluntad y para actuar (y no quedarte pasmado esperando totalidades), etcétera. Pero creo que se infiere de lo otro. Si no luego lo escribo. En fin, voy a dormir.
Nota: este post antes se iba a llamar "de parcialidades" e iba a ser un desarrollo filosófico sobre cómo todo es parcial y si todo es parcial entonces se vale tomarlo por total sólo por voluntad y para actuar (y no quedarte pasmado esperando totalidades), etcétera. Pero creo que se infiere de lo otro. Si no luego lo escribo. En fin, voy a dormir.
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