"Que el reagrupamiento de las cosas constituya un mundo, es decir un conjunto ordenado, es el efecto de una conformación construida sobre el lugar como último fundamento. No es pura casualidad que los razonamientos astrológicos hayan ahí encontrado un eco. Encontramos de tal suerte, inclusive en tesis universitarias, correspondencias Cielo-Tierra precisas: Saturno domina los humores, la melancolía, la decrepitud, el plomo; Júpiter, sanguíneo, es el maestro de la vejez y del estaño; Marte, la edad viril, el hierro; el Sol, la juventud y el oro; Venus, la adolescencia, el cobre; Mercurio, moderado, la infancia y el metal que lleva su nombre; finalmente,
Fragmento de tesis de René Ceceña, profesor mío. Traducido por Luis Alcántara del francés, ñoño antes-mío.
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