Qué agradable es este diálogo lúdico conmigo misma mediatizado por este blog. Creí que me cansaría pero no es así. Al contrario, ya me puse de mejor humor. Larala. Además ando lúcida, ¿no? Yo me siento lúcida. Sonrisas.
Ayer planteaba al exceso de conciencia como un hastío, y lo sostengo, en parte, somos más felices en la inercia del ser, porque la conciencia implica responsabilidad e implica que ya has decifrado el tempo propio y eso es pegosteoso. Pero cuando logras establecer una distancia, poner un freno, la conciencia se vuelve muy satisfactoria. Sólo tienes que evitar el ruido, tienes que hacer una epojé de tí mismo y hacerla es grandioso. Grandioso. Jaja ya me quiero otra vez.
Ayer planteaba al exceso de conciencia como un hastío, y lo sostengo, en parte, somos más felices en la inercia del ser, porque la conciencia implica responsabilidad e implica que ya has decifrado el tempo propio y eso es pegosteoso. Pero cuando logras establecer una distancia, poner un freno, la conciencia se vuelve muy satisfactoria. Sólo tienes que evitar el ruido, tienes que hacer una epojé de tí mismo y hacerla es grandioso. Grandioso. Jaja ya me quiero otra vez.
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