viernes, 14 de septiembre de 2007

Comprobaciones

Lo cansado tal vez es la afirmación. Cuando nos afirmamos como algo, como chingones o como lo que sea, esa afirmación fácilmente se convierte en un imperativo (todo problema es con la autoridad, insisto :p). Y entonces tienes que seguirlo. Lo peor es cuando además de todo eres avorazado y crees que eres capaz de afirmarte como cualquier cosa, porque entonces es cuando viene el verdadero desgaste de vivir comprobando poder ser todo. Dije la palabra clave: comprobrar. Comprobarte frente a tí mismo o frente a los demás es cansado porque aunque pueda tener un referente real (ser esto o aquello) no es del todo auténtico, ya que tiene como finalidad la comprobación de que es o puede ser y no el ser en sí mismo. Y ahí viene la imagen de los verdaderos amigos que resulta reconfortante al menos como ideal: aquellos con los que no necesitas comprobarte, con los que no necesitas ocultar tus complejos ni desplegar tu ego, etcétera. Con los que puedes sólo ser. Con esta característica sólo se me ocurre uno, un gorgoteo secreto.

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