Misógina

He de hacer una confesión: creo que soy misogina. Todas mis autoridades intelectuales son hombres, todos mis amigos son hombres y rara es la vez en que reconozco algo digno o envidiable en una de esas criaturas histéricas llamadas mujeres. Asimismo, estoy, casi siempre, de entrada, cerrada a establecer nuevos lazos con mujeres, pues son para mí sólo algo más del universo prescindible e ignorable. Por supuesto, en esta misma línea, me llevo más con mi papá que con mi mamá, etcétera. Qué triste, ¿no? Sin embargo, paradójicamente, eso me une de nuevo a ellas, me regresa al corral del género, ya que, como dice el dicho: "Misógino es aquel que odia a las mujeres tanto como ellas se odian entre sí"