Al final sólo se trata de saber reconocer tus propios gritos de auxilio. Ego/grito de auxilio, Logos/grito de auxilio, culpa/grito de auxilio, obsesión/grito de auxilio. Lo que necesito es contensión, es amor, es te-quiero-como-eres, es todo-está-bien. Lo que pido es ayuda, lo que vocifero son gritos de auxilio y nada que no sea eso sirve y ni para que estarlo buscando. No más engaños ni autoengaños, no más placebos, no más ganancias secundarias que mantengan el infierno ardiendo. Sólo reconociendo la ciudad destruída, es posible reconstruirla.
domingo, 1 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario