Lejos

Todo está tan lejos como ha estado siempre. La emancipación está en, por primera vez, sentirlo lejos. Algo tan simple marca una radical diferencia. Sólo reconociendo la falta es posible hacer algo al respecto. Ahora hace falta ver qué, pues de nada sirve que el delirio cese cuando éste, al menos, me envolvía en un mundo, que por más artificial que fuese, seguía siendo un mundo. Pero ahora, la cordura está por llegar y yo sigo sin estrategia. Corro el riesgo, de quedarme en el limbo. Lo peor, lo confieso, es que no le temo, sino que, de alguna forma, hasta lo deseo. El vértigo me seduce. Pero eso no importa ya. No importa ya si caigo, lo importante es haber podido renunciar al engaño, lo importante es haberme atrevido a arrancarme las vendas. Que lo lejos se muestre lejos. Ya algo se acercará.