martes, 17 de junio de 2008

Inmóvil

¿Quién pensaría que soy más capaz de soportar unos tubos que me atraviesen la nariz y me salgan por la garganta, a no poder hacer ejercicio? Claro, estoy apelando a la salida fácil, porque es más económico psíquicamente pensar que no me ejercito a causa de mi operación, a pensar que de todas formas no lo estaría haciendo porque estoy hundida en una fiaca insoportable. Lo cierto es que, por una o por otra, no estoy haciendo nada de provecho con mi tiempo, y, como todos lo sabemos, eso es malo, porque soy más intensa de lo que es sano para mí. Así que, dado que no estoy sacando esa energía con clases extras y cansancio físico, ésta se ha vuelto contra mí y ha empezado a carcomerme con pensamientos negativos de toda índole, una ligera depresión y sobretodo, nulas ganas para salir de esta situación.
Terrible, así que por mientras continuaré durmiendo y viendo Sex and the City, no volveré al CCH Vallejo al curso para profesores y seguiré al menos una semana comiendo chatarra en exceso. Hasta nuevo aviso.

No hay comentarios: