jueves, 26 de junio de 2008

Cambios provincianos.

Con el aura murakamiana y en provincia, cierta paz me empieza a envolver. Juego con la idea de que estoy en el equivalente al hospital psiquiátrico en el que está Naoko (personaje de Tokio Blues, Norwegian Wood) y que aquí me estoy curando. Y ojo que es algo fuerte, yo tan pro-capital y tan contra de los pueblos cuchicheadores como es León Guanajuato. Pero qué más da, nunca es mal momento para cambiar de opinión. Sólo es bueno poder descentralizarse un poquito, hacer ejercicio en campo abierto, cantarle canciones infantiles a la abuelita (sí, canciones infantiles, aparentemente a los 96 años se recupera la capacidad de disfrutar canciones infantiles), leer, ir a buscar internet a casa del primo mientras éste trabaja, comprar jicama en el puestito de la esquina y esperar cuarenta minutos mientras intercambias sonrisas con los demás que están formados, llevar al doctor a la santa que cuida a mi abuela, ese tipo de cosas. Blaj, y ahora parece que me estoy echando porras. Pero es que lo grandioso de esto es que yo no soy así, yo me pudro en mí misma, a mi me cuesta trabajo ver por los demás, y creo que por eso me es tan curativo darme la oportunidad cuando me la doy.
Lo que no quiero es que sea un interminable ensayo-error. Y creo que es un poco la finalidad de escribir este blog, pues al escribir esto, lo que hago es poner en evidencia mis procesos. Y eso también pone en evidencia la repetición. ¿Y de qué sirve creer que mejoras si se te olvida a los dos días y vuelves a decir que mejoras a los cuatro y se te olvida a los seis, etcétera? Lo mismo con la negatividad. Soy bien pinche negativa y quiero dejar de serlo, ¿pero es cuestión de mera voluntad, o de timing o es un proceso? ¿debo de ser paciente conmigo misma, condenarme cada vez que me cache siendo eso que ya no quiero ser o sólo no serlo nunca más?
En este momento no me agobia en realidad, pero lo que manifiesta es mi miedo de fondo que es: tengo miedo de un día dejar de cambiar.

1 comentario:

LSz. dijo...

Bienvenida a la provincia. Saludos.