sábado, 23 de febrero de 2008

Éxtasis

Hay una definición medieval de amor como éxtasis que me parece muy bonita. Es decir, amor como aquello que te saca de ti mismo, sea porque, por admiración o inspiración te lleva a superarte, a trascenderte en tus propios ámbitos y ir más allá de lo que irías, o porque, al otro ser tan distinto, tienes que desensimismarte para encontrarlo fuera de ti, y eso generalmente conlleva un crecimiento. La diferencia, me imagino, es que el éxtasis suele ser meramente contemplativo, es decir, pasivo, y nosotros estamos hablando de una respuesta un poco más activa, pero bueno, dejemos esa nimiedad a un lado.
El problema que ocurre, sin embargo, es que parece que siempre nos las ingeniamos para encontrar la manera de hundirnos otra vez en nosotros mismos, en otra aspecto quizás, pero igual terminamos padeciéndonos, padeciendo nuestros propios vicios producto de nuestro propio exceso y de nuestro propio encierro. Y es en ese momento donde la gente muda de Otro y se enamora de alguien más, porque requiere de alguien que lo saque de su nuevo pozo, porque incorporó a su anterior amor en sus sistema de forma tal que éste dejó de sacarlo de sí.
La pregunta es: ¿cómo hacer para que alguien siga permanentemente sacándote de ti? ¿O cómo salirte de ti tú solito? (¿que no es absurdo?)

No hay comentarios: