domingo, 24 de febrero de 2008

Compañía

Sólo necesito pensar acompañada. Que alguien sea testigo de cada paso que doy y de la unidad de mi pensamiento, que alguien cree por mi el tiempo, que me cuide de los instantes aislados, volátiles y opuestos en los que me pierdo. Necesito que alguien me acompañe a caminar, y que me lo asegure, que me asegure que camino, porque todavía ahora no sé si voy a la mitad o estoy en el comienzo. Necesito que alguien me acompañe para que me avise cuando estoy viendo para adelante o cuando estoy viendo para atrás, y poco a poco, con su paciencia, aprenda a distinguirlos. Necesito que me recuerden que el piso es sólido y que hay mil mundos y que hoy no será siempre. En conclusión, necesito un amigo, una mirada que me refleje y un lugar en donde no se me condene.

No hay comentarios: