Estamos urgidísimos de tiempo en vertical. Basta ver las banderitas por toda la ciudad para darse cuenta de ello, la gente quiere festejar para hacer que ese día sea distinto a todos los demás, para que funja como punto ruptura en su vida de tiempo tan horizontal. No sabemos frenar, y sin posibilidad de freno la aceleración es sólo parte de una inercia. Es como lo que dice Lingis con respecto del insomnio: "Insomnia is a wakefulness that suffers not being able to awaken, to be born (...) Consciousness is this power to establish a here, a starting point. It is iniciative, awaking to...It is the power to interrupt, to create a blank state" Y no sabemos hacerlo. Los fines de semana suelen ser sólo extensiones de la semana, de prisas y retrasos, de avorazamiento y compensación y no sirven de nada. En estos términos, es como si viviéramos en un insomnio eterno y eso nos impidiera renacer. Lo que no sé es si de verdad se puede renacer en estas fiestas, yo no siento nada de emoción o de unión con mi pueblo o esas cosas que la gente siente y no creo que por embriagarme vestida de verde eso cambie ni llegue el martes a la escuela sintiéndome renovada. Pero tampoco puedo decir que no pueda ser así, quizás en las experiencias colectivas, no sé, como ir al zócalo, pero prefiero no tomar postura al respecto y ps a quien le sirva que le llegue. Pero a lo que iba es que, aunque de otra forma, es para mí también un tiempo en vertical. La idea de estar en puente me hace relajarme y la idea de estar sola aquí en lo que la gente festeja hoy y mañana y pasado me parece deliciosa. Se frena la rutina. Jeje se acerca la experiencia mística de unión con el absoluto. Seguiremos bailando.
viernes, 14 de septiembre de 2007
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