sábado, 29 de septiembre de 2007

Familia estereotípica

No es que yo quiera apantallarlos ni causar ningún tipo de envidias o que se me considere arrogante, presumida, pero cuando se trata de mi familia he de decirlo: yo tengo una familia modelo. Por modelo no se entienda un modelo seguir, sino sólo un modelo, una representación fidedigna de todo lo que se ha escrito sobre familias, de todo lo que se ha reproducido en las series de televisión y hasta de los más minuciosos análisis psicoanalíticos como el de Freud. Mi familia es de lo que los sociólogos hablan cuando hablan de LA FAMILIA. Una madre, un padre, un hijo y una hija, una familia que vive bajo el mismo techo y que juega a la casita de forma esplendorosa. A veces pienso: "¡si nos vieran, si nos vieran!", no es por nada pero en más de una ocasión (como a la hora de comer o a la hora de la bendición para dormir) provocaríamos aplausos, desmayos y fascinación en todo aquel que sabe valorar la complejidad y la belleza de estereotipos tan bien armados. Es más, se los muestro a continuación:

Estereotipo 1: tradicional-contemporáneo
Mi padre es el sostén de la casa, sale a trabajar, está siempre preocupado, se viste de traje, camina con portafolio. Mi madre es ama de casa, pero no por ello se menosprecie que es todo menos inútil: cocina muy rico cuando hay visitas y se mete a cursos de desarrollo humano, ha hecho repujado, cerámica, punto en cruz, lee a Cuahtémoc Sanchez en sus ratos libres, va al banco, va al súper y se encarga de que la vida en general y la casa en particular funcionen bien. Mi hermano es un Junior con coche desde los dieciséis. Odia la escuela, se alcoholiza los fines de semana, choca carros, usa lentes oscuros y camisa con los primeros botones desabrochados. Y yo, yo soy yo. La Lisa Simpson de la familia, la oveja negra, la filósofa, la artista romántica incomprendida, la que escribe posts ventaneando a mi familia modelo.

Estereotipo 2: freudiano
Mi madre es la definición de una histérica por excelencia, se tapa con una mano y se cubre con la otra, etcétera. El falo de mi madre es mi hermano, con quien lleva una relación simbitóica y codependiente por resolver. Es su extensión y es su realización. Yo llevo una relación edípica con mi padre y mi madre me aborrece por ser el objeto de deseo de mi padre, pero en su ambivalencia histérica, al mismo tiempo fomenta la relación que sostengo con él. Mi padre es la Ley, el Macho Alfa, el sujeto no castrado que castra a todos y a quien hemos de matar. El parricidio se comete pero ese crimen es doloroso porque al matarlo simbólicamente se instaura la ley interna, el Súper Ego y con semejante modelo, es un Súper Ego absurdamente punitivo.

Estereotipo 3: Bíblico
Mi hermano fue revocado hace un par de años de su posición privilegiada, se fue a vivir a la provincia, a disfrutar la vida hasta la decadencia y hasta verse obligado a trabajar, trabajó de sol a sol alimentando cerdos sin un céntimo y después de un tiempo regresó arrepentido a casa de su Padre, el cual lo recibió con gusto y mandó a matar un ternero cebado en su honor. ¿Les resulta la historia familiar? Sí, así es, mi hermano es el Hijo pródigo, aunque no con suficiente redención. Mi padre es Job, el que a pesar de ser buen servidor de su Dios todo le pasa, su vida es trágica, sus esfuerzos poco valorados y sin embargo mantiene la fe y logra salir adelante heróico para sí mismo, clasemediero superaro, claro que su fe no es en Dios sino en el Karma y en la Razón. Yo soy Eva y destierro a Adán del paraíso jaja. Mi madre es la virgen María, porque no podría tener relaciones sexuales, esas cosas son del diablo.

2 comentarios:

Esta va por ella... aka refulch dijo...

MA-RA-VI-LL-SO... Hombres de poca fe los que duden de tu ojo clinico...

Luis F. Alcántara Guerra dijo...

Como G.F.W. Hegel, la autora de este post (y vaya que ese sí es un halago) no ha hecho absolutamente nada: no ha inventado nada, no ha propuesto nada y no ha creado nada. Sólo ha sido medio para la enunciación de lo que siempre ya, en todos los tiempos y en todos los mundos, ha estado ya presente. En este post y en todos.